martes, 21 de octubre de 2008

Nueva Trova Cubana



Nueva Trova Cubana es el nombre que recibe un movimiento cultural y musical que se genera en Cuba a fines de la década de los 60 e inicios de los 70.

Nueva Canción

La Nueva Trova Cubana puede relacionarse con los otros movimientos de Nueva Canción que aparecieron también en esa época. La Nueva Canción es un tipo específico de canción de autor en el que se parte del folclore popular del lugar de donde es natural el artista, para crear composiciones nuevas fusionándolo con otros géneros musicales. El término Nueva implica no sólo innovación en lo musical, sino también un compromiso social, que será lo que distinga la Nueva Canción de la Canción Moderna. La Nueva Canción estará muy relacionada con los movimientos políticos revolucionarios, izquierdistas y nacionalistas que estaban teniendo un gran auge en aquellos momentos.

Antecedentes

La Casa de las Américas [editar]
A mediados de los años 60 aparecen en Cuba una serie de cantautores cuyo estilo diferirá mucho de la canción de autor tradicional, puesto que partían tanto de la música tradicional cubana como de otros géneros no muy bien vistos por parte del oficialismo como puede ser el rock, lo cual llevaría a que llegaran a censurarse a fines de los 60 algunas actuaciones en televisión. Sin embargo se tratan de cantautores claramente comprometidos en la defensa de la Revolución Cubana, si bien con algunas críticas ante temas concretos. Hacia 1967 algunos de estos músicos se vincularán a la Casa de las Américas, y comienzan a participar en festivales y a realizar sus primeras grabaciones en discos colectivos.

El Grupo de Experimentación Sonora [editar]
Hacia 1969 se pone en marcha el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficas), también conocido como GESI.
Gran parte de los músicos que integrarán luego la Nueva Trova Cubana, formaron parte del GESI, por lo que este puede considerarse el germen del movimiento Nueva Trova.
El GESI tenía, entre otras labores, la de crear la música para los documentales y películas que el ICAIC producía. El GESI estaría dirigido por el músico Leo Brouwer y a él se vincularían gran parte de los músicos y cantantes que destacarían en Cuba en la década siguiente. El GESI también se encargaría de la formación musical de sus integrántes, planteándose las siguientes líneas de trabajo:
La música pop actual
Los elementos esenciales de la música cubana
La canción actual (y su fuerza de comunicación social)
El fenómeno beat en la música pop
La relación musical entre Brasil y Cuba
La forma (o formatos) de sonoridad actual
El arte trascendente
El arte momentáneo.
La música electrónica y su experimentación, aplicándola a la música popular.
El jazz
El arte "abierto". El happening y su posible cohesión social.
El GESI realizará experimentaciones fusionando diversos elementos musicales e instrumentales, creando una música que destaca por su originalidad e innovación.

sábado, 18 de octubre de 2008

Saludos


martes, 14 de octubre de 2008

KILOMETRO CERO DEL CINE CUBANO II


La Escuela Internacional de Cine, Televisión y Video de San Antonio de los Baños localizada en San Antonio de los Baños en inmediaciones de La Habana, financiada por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y Gabriel García Márquez, fue creada también para que estudiantes latinoamericanos fueran a Cuba a estudiar dirección, libretismo, fotografía y edición.
La ICAIC también contiene la Cinemateca de Cuba e inició el programa de Cinemóviles, que lleva el cine a regiones apartadas de las urbes. El ICAIC ayudó a promocionar el Grupo de Experimentación Sonora, entre 1969 y 1977, el cual influenció y patrocinó la música de Cuba, en especial la Nueva Trova. Figuras como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Leo Brouwer, fueron algunos de los artistas que se beneficiaron con el programa.

EL KILÓMETRO CERO DEL CINE CUBANO I

Cine pre-revolucionario
Antes de la Revolución cubana de 1959 el total de películas filmadas fue de aproximadamente 80 películas completas. Se destacaron, La Virgen de la Caridad protagonizada por Miguel Santos y Romance del Palmar por Ramón Peón. Muchos actores cubanos también hicieron presencia en México y Argentina. Músicos como Ernesto Lecuona, Bola de Nieve o Rita Montaner también actuaron o participaron en la banda sonora de películas de de diferentes paises.

Cine post-revolución [editar]
En los primeros dias de 1959, el gobierno de Fidel Castro creó un departamento cinematográfico dentro de la Dirección de Cultura del Ejercito Rebelde, la cual produjo documental como "Esta tierra nuestra" de Tomás Gutiérrez Alea, y "La Vivienda" de Julio García Espinosa. Éste departamento fue el antecesor de lo que se convertiría en el ICAIC (Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos), fundado en marzo de 1959, como resultado de la primera ley de cultura.
Al perído comprendido entre 1959 y 1969, muchos críticos cinematográficos lo bautizaron como la época de oro del cine cubano, generalmente por la producción de Lucía (1969) por Humberto Solás y Memorias del subdesarrollo (1968) por Tomás Gutiérrez Alea. Éstos dos directores son por lo general catalogados como los dos mejores directores que ha tenido Cuba. La película Memorias del subdesarrollo fue seleccionada entre las 100 mejores películas de todos los tiempos por la Federación Internacional de Clubes de Cine, pero probablemente la mas notable de la última década del siglo XX fue la película Fresa y Chocolate (1993) por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Trata sobre intolerancia y presenta la amistad entre un homosexual y un joven revolucionario militante de la Unión de Jóvenes Comunistas. Fue la primera película cubana nominada a los Premios Óscar.
Otra rama del cine cubano es el de documentales y cortometrajes. El documental Now (1965) de Santiago Álvarez es considerado por algunos críticos como el primer video clip en la historia. El documental combina una canción con una sesión ininterrumpida de imágenes que muestran discriminación racial en los Estados Unidos.
Los dibujos animados cubanos se iniciaron en 1974, con el filme Elpidio Valdés, un personaje que representa a un guerrero mambí batallando por la independencia cubana de la ocupación española en el Siglo XIX. Fue popularizada entre los niños cubanos. Otra filme de animación destacado fue Vampiros en La Habana (1983), también de Juan Padrón.
Otro ícono del cine cubano fue el Noticiero ICAIC Latinoamericano, dirigido por Alfredo Guevara, actual presidente de la ICAIC. Años después fue dirigido por el director Santiago Álvarez y el mexicano Rodolfo Espino, productor de documentales. Otro evento importante fue el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el cual se celebra cada año en La Habana desde 1979, de los más importantes en América Latina.

KILÓMETRO CERO DEL CINE CUBANO REVOLUCIONARIO.

La historia del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) no comenzó el 24 de marzo de 1959, aunque esa sea la fecha en que se festeje su creación oficial. Su historia se inicia justo el 1 de enero, si bien para entenderla del todo será necesario repasar lo que, en el plano cultural y cinematográfico, había estado sucediendo en Cuba desde finales de la década del cuarenta......
Cine cubano, la pupila insomne” se ha convertido en mi vicio favorito, pero adicción al fin, también en mi peor adversario. Todavía no sé muy bien por qué lo he mantenido, ni para qué. Creo que en el fondo se trata de un experimento parecido al que se propuso Stuart Mill entre el 8 de enero y el 15 de abril de 1854, cuando decidió escribir aquel brevísimo diario (que nada tiene que ver con su famosa “Autobiografía”), donde trata de paliar la crisis emocional provocada por la enfermedad de la mujer que más amó. Lo que anotó Mill el primer día, de haber contado con Internet, podría figurar como el primer post de la historia de la humanidad

sábado, 11 de octubre de 2008

Añoranza

jueves, 9 de octubre de 2008

Cine Cubano XII + I




Resulta válido señalar cómo a partir del 1ro de enero de 1959, esta situación marginada y poco atendida que tuvo la industria cinematográfica cubana durante la República Neocolonial es revertida y el nuevo gobierno conociendo sus potencialidades, le da el lugar creador y representativo de los valores de la cultura nacional que se merecía. Una de las primeras medidas fue crear el Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC).
Si tenemos en cuenta que el cine es uno de los medios de comunicaciónde masas más utilizado para transferir y presentar una realidad simbólica, vemos como su objetivo va más allá del simple entretenimiento. En este caso Hollywood engendró en el país su estilo consumista, aturdiendo a los espectadores con temas banales, privándolos del placer de mostrarles su realidad y hacerlos reflexionar sobre ella. Se corrió el riesgo de perder nuestros rasgos identitarios porque resultaba muy difícil hacer las películas.
Es que el medio según quién lo controle, puede modificar decisivamente la opinión política de la audiencia e influye a largo plazo, de forma sutil pero decisiva, sobre los puntos de vista y el criterio de los espectadores. Hoy aún se trabaja muy duro en ello, para romper con aquellos esquemas que sin duda hicieron mella en nuestra cultura.

Cine Cubano XII

Luego de haber abordado brevemente el surgimiento y desarrollo del cine, así como su importancia en la penetración de valores y modos de conducta propios de vida norteamericana en la isla, podemos arribar a algunas reflexiones:
Estados Unidos aprovecha su dominio económico en el país durante la República Neocolonial para ir penetrando de manera gradual en el ámbito cultural e ideológico. Este preparó las bases para desarrollarse completamente y sacarnos provecho en todos los sentidos.
El cine norteamericano desplaza al europeo del lugar privilegiado que gozaba en la isla. Después de la Primera Guerra Mundial, Europa queda desvastada y los Estados Unidos por el contrario muy favorecido, factor que influye pues ya el cine europeo no producía la misma cantidad de películas a la que estaba acostumbrado el país a consumir.
Hollywood se convierte en la más grande fábrica productora de películas del mundo, sobresaturando por tanto nuestras pantallas, además de que comenzaron a manejar todo el negocio cinematográfico, los filmes europeos y los pocos cubanos eran vistos en tandas alternativas.
Es así como el cine norteamericano pasa a ser una industria cultural exportadora de valores, imponiendo patrones consumistas diferentes a los forjados en la nación cubana, un cine netamente manipulador y estereotipado.
Durante la República nunca hubo interés por parte de los gobernantes por desarrollar una industria cinematográfica, fue más fácil dejar al país como salas para exhibir películas extranjeras. En este período vimos muchos intentos fallidos por desarrollar la cinematografía nacional por no contar con un buen respaldo económico, todo era de empresas norteamericanas.
Ya en la década de 1950 junto al auge revolucionario también se da el florecimiento de un cine cuestionador de la realidad y la manipulación impuesta, el ejemplo más representativo de la etapa fue el documental El Mégano.

Cine Cubano XI

Ya en esta última etapa de la República vemos cómo se refuerzan los ideales por los que se habían luchado en las guerras independentistas. Con el corto El Mégano, se reflejaba la inconformidad y el sentir de la nación, por esto ya se gestaba una nueva etapa donde los artistas también habían alcanzado cierta madurez en la conciencia política, sentido crítico, comprometimiento con la realidad, así como trabajar por su voluntad y estilo, sin tener que responder a las grandes productoras.
En 1957 se intenta formar el Instituto Cinematográfico Cubano, el cual pretendía funcionar como un organismo independiente en forma de empresa privada para tratar de rescatar nuestro cine. Esto se hizo imposible de consolidar por la represión que tenía el gobierno en aquel momento. Ya a fines de 1958 surge Sele-Cine con un corte similar a Cine Revista. También sale el Boletín Deportivo Cinematográfico realizado especialmente para el deporte, aunque se le introducían por supuesto mensajes comerciales.
Estas son algunas de las películas que se produjeron antes de finalizar el dominio norteamericano: El árbol de la fiebre, El Tesoro de Isla de Pinos, Y si ella volviera, Tropicana, De espaldas, La vuelta a Cuba en ochenta minutos, Qué mujer o la Chica de Chicago, entre otras.
Con este panorama es que se cierra el dominio de los Estados Unidos sobre la isla, puesto que a partir de 1959 con el Triunfo de la Revolución, se comenzaron a llevar a cabo una serie de transformaciones beneficiosas para el país en todas las esferas, donde el cine cubano por fin logra recuperar su espacio y prestigio.

Cine Cubano X

En los días siguientes, los Estudios Nacionales fueron ocupados por técnicos cinematográficos pidiendo equipos para poder trabajar dignamente. Ante la firme actitudde los técnicos, el Gobierno de Batista prometió cumplir con el pedido siempre y cuando éstos se retiraran del lugar. La empresa más favorecida fue La Productora Fílmica Cubana (PROFICUBA), aunque sólo pudo hacer otra película, La Única dirigida por Ramón Peón.
Al desmembrarse PROFICUBA Batista forma la Comisión Ejecutiva para la Industria Cinematográfica (C.E.P.L.I.C), pero esta no resultó fructífera por su función en calidad de préstamos, además no era compatible con los intereses de los cineastas nacionales. En 1953 hay un marcado desarrollo de los noticieros cinematográficos, un ejemplo de esto lo constituye NOTI-CUBA.
En esta etapa se destacan las coproducciones entre Cuba y México: El extraño en la escalera, Frente al pecado de ayer, La mujer que se vendió, La mesera del café del puerto, entre otros. Además se comienzan a instalar diferentes laboratorios para revelar películas en colores: Cuban Color Films, Noticiario y Laboratorio Cinematográfico Si-pper, Minicolor Films S.A, Pro Films de Cuba, entre otros.
Relevante espacio ocupó Cine Revistacomo una variedad artística comercial. Ésta en un inicio radicaba en México, pero luego de Raíces un trabajodirigido por Tomás Gutiérrez Alea, muchos de los trabajos que le sucedieron se realizaron en Cuba, por la calidad mostrada.
El Mégano, fue un documental realizado en 1955, que tuvo gran resonancia por la denuncia social que transmitía, realizada por un grupo de jóvenes aficionados que pertenecían a la Sociedad Cultural "Nuestro Tiempo", entre ellos: Julio García Espinosa, Tomás Gutiérrez Alea y Alfredo Guevara, estos jóvenes proponían un cine impertinente y cuestionador, que buscaba el rescate de la historia cubana.
Este documental constituía una denuncia de las malas condiciones de vida de la población campesina, del hambre y del maltrato que padecía una comunidad de carboneros, como fue lógico esto acarreó que el gobierno tomara represalias. Podríamos decir, sin temor a exagerar, que al realizarse esta obra se estaban creando las bases estéticas y conceptuales de lo que sería, después del triunfo revolucionario, el cine cubano.

Cine Cubano IX

El 19 de julio de 1937 se estrena en las salas Radiocine y Payret, de La Habana, el primer largometraje sonoro cubano, La serpiente roja, dirigido por Ernesto Caparrós y realizado en cooperativa con un mínimo de recursos, equipos y servicios de la Royal Advertising News. Este filme, basado en un exitoso programa radial de aventuras, recaudó más de $50,000 en tres meses, a pesar de su poca calidad.
Con esta película se demostró que no existía interés alguno por eludir a la realidad nacional, pero aprovechando el interés del público por una tira cómica publicada los domingos en el periódico El País, Manolo Alonso, con ayuda de otros dibujantes, realiza el primer dibujo animado cubano sonoro: Napoleón, el faraón de los sinsabores, corto de dos minutos de duración, en blanco y negro y 35 mm, realizado de forma artesanal.
El empeño fracasó al no encontrar exhibidor, y tiene su antecedente en la única animación silente de que se ha encontrado información Conga y chambelona, de Rafael Blanco, realizada en 1919.
El año 1938 es vital para el cine sonoro cubano, porque se propone establecer una industria cinematográfica nacional y es un año rico en proyectos y en constituciónde casas productoras que pretenden realizarlos. Surgieron varias empresas productoras que no llegaban al segundo rodaje. En realidad no eran compañías con grandes capitales y planes de producción continua sino intentos aislados por cuyo camino jamás llegarían a un cine nacional estable. Ejemplos: Laboratorios Parra, Royal News, Películas Cubanas S.A., Compañía Cinematográfica Cubana, Producciones C.H.I.C., EscuelaCubana de Arte Cinematográfico, Ciudad Fílmica de Cuba, Academia de Arte Dramático, Laboratorios Piñeyro, Agrupación de Técnicos Cinematográficos, Cine en la Universidad de La Habana, Departamento de Cinematografía, etc.
La inestabilidad económica en este período hacía casi imposible, por parte de los empresarios cubanos, enfrentar los costosde las inversiones necesarias para asumir los gastos del cine sonoro. Si se compara la producción, que en la década del veinte había sido de cuarenta y un filmes, vemos como sufre una baja notable durante la siguiente, con solo doce largometrajes y un corto de ficción. A pesar de los esfuerzos de los empresarios no se logró, en modo alguno, competir con el cine norteamericano que ya dominaba todas las esferas del negocio, la producción, la distribución y la exhibición. La industria norteamericana, con todos sus mecanismos garantizados, dominaba el mercado y contaba con la aceptación del público.
En el período de 1945 al 1948 hay una consolidación del cine sonoro y con ello la aparición de la industria electrónica en el control de la industria cinematográfica.
La Cinemateca de Cuba, se inicia en 1948 como el primer Cine Club que funcionó en La Habana, con una perspectiva más amplia en sus funciones, se convierte en 1950 en una institución con todas las características inherentes a la misma, pero sin los recursos económicos necesarios para su buena marcha.
Con el golpe militar del 10 de marzo de 1952 el país sufrió una crisis económica como consecuencia de un gobierno impopular. Como era de esperarse el negocio de cine se vio más afectado que ninguno ya que en tiempos normales el capital nunca se había esforzado en financiar la industria de películas, menos lo haría en un clima de inseguridad y sin garantías.

Cine cubano VIII

Ya en 1930 se incrementa la exhibición de filmes norteamericanos que llegaron a las salas cubanas con muy poca diferencia con respecto a su exhibición en los Estados Unidos. El público cubano ve en sus pantallas, entre otros, los filmes: Sin novedad en el frente, Desfile del amor, Río Rita, El Rey del Jazz, Broadway, Su íntimo secreto, La gran parada, La calle del azar. No obstante, continúa llegando el cine europeo y se estrenan: La marcha nupcial, Metrópolis, Teresa Raquin, El millón, El fin de San Petersburgo, entre otras.
A pesar de que el cine sonoro ya era una realidad palpable, la ingenuidad de los productores cubanos los lleva a insistir con el cine silente y filman, La Virgen de la Caridad , con intertítulos en inglés y español, con la peregrina idea de exportarla y competir con el mercado norteamericano.
En ese mismo año se produce en Cuba el filme El caballero del mar, de Jaime Gallardo, estrenado en 1931 en el Teatro Rialto. Aunque es considerado como el último largometraje silente de ficción hecho en Cuba, tiene escenas de sonido experimental, de muy corta duración, por el sistema Vitaphone.
Si bien la exhibición de filmes extranjeros cubría las necesidades de las salas cubanas, nuestros empresarios intentaron acceder a la técnica del sonoro para incorporarla a la producción nacional. De ahí que muchos viajaran a los Estados Unidos con el objetivo de adquirir equipos sonoros y aprender la nueva técnica. Se realiza entonces Un rollo Movietone, primer experimento de cine sonoro que se hace en Cuba por técnicos cubanos, que no fue más que un corto publicitario, donde de todas formas la calidad técnica fue muy defectuosa.
En 1933, en plena crisis de la dictadura de Machado, Luis Ricardo Molina funda la Compañía Royal Advertising News y produjo el primer noticiero sonoro, llamado Noticiario Royal News. Algunos de sus reportajes, por su relativa calidad pudieron ser vendidos a empresas norteamericanas.
Con la caída del dictador Machado, vino un período de inestabilidad política y desamparo económico derivado del fracaso de la revolución de 1933. Esto como es lógico estancaba más aún la producción cinematográfica que necesitaba en primer lugar de un gran apoyo económico. La precaria situación, combinada con la compleja técnica del cine sonoro, ahoga la posibilidad de llevar a cabo cualquier proyecto nacional. Los pocos títulos filmados en la época pertenecen a la Royal News.
Entonces se comienzan a habilitar más salas para la explotación de los filmes con esta característica; y se estrenaron en Cuba durante este período, filmes norteamericanos, hispanos, europeos, mexicanos y argentinos, entre ellos La dama de las camelias, El día que me quieras, La kermesse heroica, Allá en el Rancho Grande, Madreselva y otros.

Cine Cuba VII

En 1926 el inventor norteamericano Lee De Forest, descubridor del tríodo, que había dado solución a la amplificación del sonido. Ofrece la primera demostración de sonido que se hace en Cuba, por medio del sistema Phono Films. El 1º de febrero hace una demostración en el Teatro Nacional.
El acontecimiento llenó de público el teatro y contó con la presencia del presidente de la República Gerardo Machado, quien, entusiasmado, con el invento, facilitó a De Forest $50,000 para que instalara un laboratorio, este, luego de un documental sonoro que hizo se fue del país. Sin embargo, el general Machado, confiado en el cine como medio de propaganda, funda, a finales de esa década un departamento de cinematografía que edita un noticiero silente para la exclusiva propaganda de su gobierno.
A partir de 1927 comienzan a llegar a la isla películas sonoras como: Don Juan, El cantante de jazz, esta última fue estrenada con una gran expectativa porque era la primera película con sonido directo, grabado en la cinta, producida en los Estados Unidos. Este filme que solo reproducía la música y una frase dicha por un autor, causó una gran conmoción en el público que por primera vez oía la voz humana en la pantalla, no en una canción, sino hablando. Los días del silente ya están contados, aunque en Cuba no se producirá hasta 1931 otro nuevo intento de dotar de sonido al cine.
En 1929 en medio de la crisis económica por la que atravesó los Estados Unidos, recién nacido el cine sonoro, se generó un auge en la industria cinematográfica, por la necesidad que tuvo el público de evadir la realidad y buscar en la sala oscura la posibilidad de un escape, que provoca una ascensión de la industria y la continuidad de su crecimiento.
El cine sonoro encontró a un público dispuesto, por su necesidad de refugiarse para olvidar por un momento sus angustias materiales, es importante señalar que hubo un rechazo de la intelectualidad hacia él, por considerar que traía consigo un empobrecimiento de la expresión cinematográfica por la inmovilización de la cámara y por anteponer el sonido a todos los anteriores logros técnicos.
En Cuba, al igual que en los Estados Unidos, el público reaccionó positivamente, en un primer momento, por la novedad y por encontrar en el cine el remedio transitorio para sus tristezas económicas. Pero también tuvo sus detractores entre ensayistas y escritores.
La reacción de intelectuales y artistas fue en contra del medio como una de las fuentes más directa de penetración. Su crítica exponía fundamentalmente la inconformidad porque imponía al espectador, además de un producto extranjero en imágenes el hecho de que el diálogo que lo apoyaba era en inglés, idioma que la mayoría del público no entendía y que, insistían, convertía al cine en un arma de mayor influencia ideológica de los Estados Unidos en el país. Claro que poco después este comenzó a traducirlas.
Los cines Fausto, El Encanto y Campoamor en la ciudad de La Habana fueron los primeros en instalar la técnica del sonoro en sus salas. Es de señalar el hecho de que aunque el cine sonoro era una realidad, el silente no desapareció de un golpe, pues la producción de filmes sonoros no podía aún cubrir las necesidades del público. En el período coexisten el incipiente cine sonoro y el ya en vías de desaparecer cine silente, sobre todo en el interior del país. En la prensa se anunciaba discretamente que las películas eran habladas en inglés.

Cine Cuba VI

Los niveles de difusión de Hollywood se dieron fundamentalmente a través de los carteles, revistas y la prensa de la época que mantenían una página fija dedicada al cine, por tanto la publicidad a los filmes y noticias de la farándula eran muy fuertes. Se comenta incluso que para involucrar al pueblo se lanzaban concursos que luego se premiaban. Era prácticamente imposible mantenerse al margen de la situación de la cinematográfica en la isla.
Según Jany Amaya Trujillo, en 1922 se crea una Comisión de Censura Cinematográfica, con el objetivo de controlar al cine como promotor de conductas, pues afirmaban que las películas enseñaban a robar. Este estaba integrado por cinco personas de reconocido prestigio moral, autorizados a hacer cualquier tipo de cuestionamientos sobre los filmes que se proponían exhibir, incluso hasta lo podían cancelar, pero en sí las críticas más fuertes de este respondían a los intereses de las clases elitistas y no a las del mismo gobierno.
Los críticos del momento comenzaron a culpar al medio, por el aumento de la criminalidad y el descenso del nivel moral del pueblo. No era menos cierto que la cinematografía hollywoodense proponía paradigmas de personajes negativos los cuales eran seguidos con apoyo y afición popular. Quizás fue esta compenetración lo que hizo ver en el cine su peligroso alcance social.
(…) Cuba se encontraba sacudida por los trastornos de la crisis capitalista de postguerra, afectada por la desenfrenada política creciente del robo, del fraude y de la corrupción en las más altas esferas del gobierno de turno (Colectivo de autores, 1986: 293).
Esto demuestra que si bien el cine era un instrumento ideológico que influía en la población, no era el máximo responsable de la corrupción y el auge de la delincuencia que se venía sucediendo en la República, pues eran los gobernantes corruptos quienes fomentaban los males sociales. Lo que resultaba menos conflictivo echar la culpa sobre el cine que asumir sus verdaderos problemas.
John Howard Lawson concuerda con otros autores en que: "Hay que considerar el cine como instrumento de la política exterior y en que las películas exportadas deben responder a las exigencias propagandísticas del gobierno." (Howard, 1964: 28).
Aquí se puede encontrar otro aspecto importante y es que como los gobiernos eran títeres de los Estados Unidos; respondían a sus intereses en un modeloconsumista, lleno de publicidad y estereotipos de belleza, hacían de Cuba un nicho cómodo donde depositar cultura y valores, dejaban abiertos todos los canales de penetración posible.
Como he dicho antes de otra manera, el cine era un pasar de la fantasía a la imagen y de la imagen al subconsciente del espectador. Es un proceso de percepción manipulada que consiste en captar las veinte cuatro imágenes por segundo que transmite la pantalla que determina no sólo lo que el espectador debe ver, sino también y sobre todo la manera en que debe verlo.
El espectador, quiéralo o no, es reconducido a la atmósfera y al curso de la aventura que se le está narrando y al verla en un determinado modo, está obligado, por lo menos durante la proyección del filme, a juzgar hechos y personajes como los autores lo han deseado.
La cinematografía nacional era ínfima aunque encontramos a Enrique Díaz Quesada y Ramón Peón entre los más destacados, que realizaron algunas películas que aunque fueran con escasísimos recursos trataron de formar parte de las tandas alternativas junto a las cintas europeas. Los largometrajes como Arroyito y Manuel García, rey de los campos de Cuba, entre las más populares de su tiempo estaban basadas en la vida de bandoleros que se habían hecho famosos dentro de la población; otras como La hija del policía o En el poder de los ñañigos, estaba enfocada más bien a los bailes y ritos africanos, donde se comenzaba a manifestar algunos rasgos identitarios de la cultura cubana.

Cine Cubano V

En el libro, El proceso creador del filme, John Howard Lawson señala: "Si el cine significa interpretar y ser una parte de la experiencia humana, debe expresar esta realidad más profunda (…) Debe averiguar la relación que existe entre el individuo y el mundo en proceso de transformación por obra de la actividad colectiva." (Howard, 1986: 20).
Ahora bien, si el autor dice que el impacto emocional de la acción cinematográfica implica una nueva relación con la realidad; una nueva forma de ver y sentir, fácilmente vemos que la función principal del cine es representar la vida del hombre en su medio, por lo tanto nos percatamos de que los cubanos no se veían representados en las pantallas del cine norteamericano, porque no era su vida lo que se proyectaba en ella. Queda demostrada entonces la manipulación cultural a la cual se encontraba expuesto el público, ya que esas películas eran el reflejo de un mundo referencial impuesto.
Resulta curioso cómo en 1920 en medio de la crisis por la que atravesaba el país, con la miseria, bajos salarios y desempleo, la población continuaba acudiendo al cine, incluso aunque ya la entrada no era tan barata como antes. La posibilidad de evasión que permitía este medio de que el espectador se trasladara de su entorno, de vivir nuevas aventuras de abrir nuevas puertas y ver otro mundo, fue el anzuelo más explotado para atraer el público utilizado por Hollywood.
Pienso que queda claro que el realismo con que era capaz de vivenciarse otra vida cargada de emoción y lujos, constituyó un gancho eficaz de quienes vivían sumidos en la pobreza. Los más fieles seguidores de este cine eran los jóvenes sobre todo los menores de 21 años que habían nacido bajo el dominio de la República Neocolonial, formados bajo nuevos patrones de vida con la influencia norteamericana de poder, éxitos y riquezas. Ellos veían en aquellas cintas plasmadas sus aspiraciones y sueños, pues resultaban muy cansonas las tragedias europeas, además de que no podían contar con un cine nacional que realmente los representara.
No en vano Lawson afirma que: "Hollywood es un sector clave en la batalla de las ideas, y el atento estudio de las películas más recientes puede suministrar un medio para comprender el tipo de propaganda que es contrabandeado bajo las más distintas formas en todos los campos de los estudios y de las ciencias, de la educación y del arte." (Howard, 1964: 31)
Yo personalmente me encuentro totalmente de acuerdo con este planteamiento, pues es válido de aplicar en cualquier época. Es que este tipo de cine es capaz de consentir los problemas sociales, presentando o inculcando bajos valores como por ejemplo: mirar al delito con simpatía o considerar a las guerras como actos nobles y corrientes. En el pervertido diccionario hollywoodense los valores son sinónimos de dinero.
Pero en estos tiempos no sólo hubo penetración ideológica; sino también manipulación con algunos tramposos del oficio que con la falsa de instalar grandes estudios cinematográficos en La Habana engañaron y estafaron a la población y a los aficionados. Estos últimos andaban locos sin dirección, aturdidos, cegados por la credulidad de convertirse en súper estrellas y llevados por la pasión de hacer cine.

Cine Cubano IV

La expansión de la producción norteamericana dio lugar a una lucha violenta por conseguir el control de los mercados. De 1909 a 1913 fue tan violenta como una película de gángsters. Como resultado de este enfrentamiento, nació Hollywood.
En Cuba en 1916, el cine Campoamor, supuestamente propiedadde la Universal, ofreció una temporada de cine norteamericano que se vio precisada a suspender por su gran fracaso, aunque esta situación no duró por mucho tiempo.
No obstante, se siguieron instalando distribuidoras norteamericanas que van desplazando del negocio a los cubanos. Paramount, United Artists, First National Pictures, Metro Goldwyn Mayer y otras que lograrán monopolizar el mercado en la década del veinte. Estas empresas dejaron a distribuidores y empresarios cubanos en minoría. Una sola subsidiaria norteamericana era capaz de exhibir en un año la misma cantidad de películas que el conjunto de varias empresas cubanas.
El cine, en el período que abarca de 1918 a 1925, alcanza un desarrollo sorprendente. Los Estados Unidos salieron de la guerra como una potencia mundial y Hollywood, respaldado por el capitalde Wall Street, se convirtió en el centro del imperio, que ejerció una influencia global. Las tendencias más interesantes del cine se desarrollaron en los Estados Unidos, pero no bastaba para que la realización importante de otros países provocara inmediatas ofertas de Hollywood, era como un imán que atraía a actores, directores y escritores.
Es así como Hollywood desplaza al cine europeo de la posición privilegiada que tenía en la isla, resultándole mucho más fácil la penetración, por el control económico que poseía.
Durante esos años también aumentaron las cotizaciones del azúcar y Estados Unidos se enriqueció con la zafra nacional haciendo nuevas inversiones, lo que estrechaba más aún nuestras relaciones, no solo económicas, sino también comerciales, potenciando el consumo de artículos importados. Al controlarlo prácticamente todo la familiarización con el modo de vida norteamericano se dio en todas las esferas.
Ya en 1919, el cine se convierte para ellos en un nuevo negocio que inunda el mercado mundial y por supuesto a Cuba, más del 80% de los filmes que se exhibían eran norteamericanos y las construcciones de los cines se hacían notables, lo que garantizaba el acceso a las salas.
Aunque el auge cinematográfico era mucho más evidente en la capital, en el interior del país también se construyeron cines y se transformaron locales, esto denotaba el caráctergeneralizador que se proponía el medio. Hollywood consolidó su posición por las redes de distribución, puestos de mando o sucursales y la compra de locales.
La oferta de Hollywood era lo más exhibido en casi todos los cines, con una gran variedad de estrenos, el cine europeo quedó como propuesta alternativa de espacio entre funciones corridas.
En 1920 Estados Unidos, produjo 796 largometrajes, frente a 646 producidos por Alemania y 65 en Francia. En este año cerca del 80% de las películas proyectadas en Europa y el mundo fueron estadounidenses.
Al convertir el cine en un medio tan difundido este llegó a formar parte de la vida cotidiana de la población, los Estados Unidos propusieron al mundo a través de la pantalla y a Cuba, su principal plaza, la adopción de nuevos estilos de vida, valoresy costumbres.
Como bien señala Arturo Agramonte: "El cine constituye por virtud de sus características un instrumento de opinión y formación de la conciencia individual y colectiva y pude contribuir a hacer más profundo y diáfano el espíritu revolucionario y a sostener su aliento creador (…) Es el más poderoso y sugestivo medio de expresión artística y de divulgación y el más directo y extendido vehículo de educación y popularización de las ideas". (Agramonte, 1966:115 -116).
En relación con esto, Manuel Vázquez Montalbán, también apunta: "El papel comunicacional fundamental desempeñado por el cine desde su nacimiento hasta su consolidación industrial radicó precisamente en su omnipotencia para visualizar y transmitir códigos de conducta, imponer modelos de comportamiento que ya no se transmitían por el lenguaje difícil descodificable y detectable: el intangible lenguaje de la imagen" (Vázquez, s/f: 110).
Como podemos apreciar ambos autores coinciden en la influencia que logra ejercer el cine sobre los espectadores y es que cuando analizamos el medio de difusión como tal, resulta muy fácil comprenderlo por su lenguaje basado en imágenes, este fue un factor que influyó decisivamente en el país porque más del 50% de la población era analfabeta y este era un entretenimiento barato, que además transmitía ideas.

Cine en Cuba III

Estados Unidos comienza a transformar gradualmente el país, ya que este presentaba muy malas condiciones materiales, acentuadas por la desconfianza y la pobreza intelectual, su intervención vino a ser un proceso contradictorio, que si bien nos limitaba como nación, abrió las puertas a un progreso que en manos de España sólo habría sido un letargo.
Con el programa de "desarrollo", la esfera comunicativa fue una de las más favorecidas, los ferrocarriles construidos para incrementar la producción azucarera facilitaron el flujo informativo y la distribución de publicaciones que ayudó a su vez a la construcción de algunas carreteras, la instalación de líneas telegráficas y redes telefónicas.
Otras fueron las transformaciones del sistema educativocubano, con la creación de escuelas públicas de corte norteamericano. La nuevas técnicas en materia de reproducción de textos y la prensa, garantizando las tiradas masivas, las nuevas revistas modernizadas difusoras de cultura y la creación de instituciones culturales nacionales como: La Academia Nacional de Artes y Letras, SociedadEconómica de Amigos del País, etc. Este supuesto desarrollo si bien era un avance, garantizaba cada vez más nuestra situación dependiente.
Como en otras partes, el cinematógrafo despertó el interés y la curiosidad de lo nuevo en los primeros años. Pero a principiosdel siglo XX el interés disminuyó debido a la dificultad de renovar las cintas, el público se alejaba de un pasatiempo que ya conocía de memoria. En 1905 algunos interesados comenzaron a traer nuevas vistas y se convirtieron en distribuidores. Gaumont, Pathé, Edison, Biograph y otros competían en la preferencia del público. Las pantallas se llenan con productoseuropeos principalmente y algunos cubanos. El negocio de la distribución y la exhibición estará en manos de cubanos hasta que termine la Primera Guerra Mundial.
La producción se inició en la Isla con alguna regularidad en 1906, con cortos documentales y alguno de ficción. Es en 1913 cuando Enrique Díaz Quesada realizó el primer largometraje de ficción, Manuel García o El rey de los campos de Cuba .
Hasta 1909 los Estados Unidos no habían producido nada que llegara a la mitad de los espectáculos italianos. Sin embargo, la industria cinematográfica norteamericana estaba floreciendo y aspiraraba a fortalecer su posición dentro del mercadomundial.

Cine en Cuba II

La cercanía de esta naciónhizo de las principales ciudades cubanas, como de sus incipientes industrias menores y de su tradicional producción principal, el azúcar, terreno fértil para la inversiónde capitales. En cuanto al cine, esta influencia se reflejó con una fuerza que no siempre alcanzó comparación con los países vecinos. La vinculación de los asuntos cinematográficos con otros ya establecidos en la preferencia pública, la proliferación de cines y empresas que tomaban el séptimo arte como terreno de exploración económica, se pondrán fácilmente en evidencia con el transcurrir de los años.
Como bien apunta Jany Amaya Trujillo: "Los gobiernos republicanos no se interesaron nunca por auspiciar u otorgar algún tipo de atención a la actividad cinematográfica, que quedaba entonces supeditada a las posibilidades y buenas intenciones del sector privado, en un país en el que la gran mayoría de la población era pobre o no tenía fuertes inclinaciones artísticas o filantrópicas". (Trujillo, 2005: 66)
Aquí nos podemos percatar, cómo a pesar de que durante la República Neocolonial se crea la estructura para expandir el cine como nuevo medio de comunicación de gran alcance social, a los gobernantes no les interesó nunca desarrollar la industria cinematográfica en el país y fomentaron mucho más el consumo. Pienso que desde un inicio eran claras las intenciones americanas de dejar a Cuba como terreno seguro para exhibir producciones extranjeras con éxitos de taquillas. Es que incluso ni los propios cineastas se arriesgaban a entrar en competencia con las grandes compañías que existían.

Cine en Cuba I

La situación geográfica de Cuba, privilegiada con respecto al continente americano, a la entrada del Golfo de México y punto prácticamente obligado de arribo y partida en la vía marítima hacia Europa, hace que a la Isla lleguen tempranamente las novedades, modas e inventos del Viejo Continente, antes que a otros países de América.
Desde la primera mitad del siglo XIX se muestran en Cuba aparatos que son antecedentes del cine, creados en un intento por captar la imagen en movimiento. A finales del siglo, cuando el país se encontraba en plena lucha por una independencia arrebatada por la intervención de los Estados Unidos, en la guerra hispano cubana, llega el invento del cinematógrafo. Se muestrapor primera vez al público el 24 de enero de 1897, por Gabriel Veyre, representante de la casa Lumière.
El primer filme dirigido por un cubano fue el corto publicitario El brujo desapareciendo, en 1898, realizado por el empresario y actor José E. Casasús, con la colaboración del todavía adolescente Enrique Díaz Quesada, posteriormente reconocido como el verdadero fundador de nuestra cinematografía.

El cine en Cuba hasta 1959

Introducción
Afirmar que en la sociedad en la cual vivimos los medios de comunicación de masas, cumplen un importante papel, posiblemente, por no decir seguro, no es afirmar nada nuevo.
Las sociedades, estemos o no de acuerdo con ella, son completamente mediáticas, de forma que la cultura, la política, la economía y la educación, giran alrededor de ellas. Sería imposible hoy comprender nuestra sociedad sin los mismos, pues ésta sería completamente diferente.
A lo largo de la historia, los medios de comunicación han ido avanzando en paralelo con el desarrollode la humanidad para configurar su medio y su creciente grado de dependencia. El efecto de estos, alcanza a todos los sectores, aunque aquí nos vamos a referir a uno de ellos y su influencia en la construcción social y personal de los denominados valores.
El cine considerado arte e industria, destinado al consumo masivo en la esfera del entretenimiento, ha disfrutado de un crédito y un prestigio testimonial. Quizás más lentamente que otros medios como la prensa escrita y la radio, ha marchado a una especie de popularidad muy grande. Es lógico que su paso en la historia fuera más lento dada su alta especialización y el costo elevado en que siempre se basó.
Desde el punto de vista informativo, el invento de los hermanos Lumiére en 1895, ha recogido el acontecer humano en más de un siglo de existencia y ha trasladado al presente, para las generaciones de estos tiempos, sus versiones del arte, la literatura, la cultura, la ciencia, la industria y las sociedades de otras épocas en la historia humana, recreando y reproduciendo sobre el dato histórico la imagen del pasado y además una interpretación del presente y del futuro.
Medio de entretenimiento por excelencia, devino arte en sí y pasado por distintas etapas que reflejan la marcha de la civilización, el cine se convirtió en reportero para dejar constancia de su visión de las cosas y contar el pasado. Resulta asombroso podersentir a través de una pantalla lo que no hemos vivido y que esa historia pueda transmitirse de una generación a otra.
Con este trabajomonográfico se pretende abordar el surgimiento y desarrollo del cine, así como el papel que jugó el cine norteamericano en la República Neocolonial, es decir de 1902 hasta 1959 y sus influencias en la adopción del modo de vida estadounidense. Este es un tema de suma importancia pues nos brinda la posibilidad de conocer cómo Hollywood, la mayor industria cinematográfica del mundo, se introdujo en el país influyendo como industria cultural formadora de valores.
Por esto el objetivo a desarrollar va encaminado a valorar la importancia del cine como vía de penetración en la Isla de valores y modos de conducta propios de vida norteamericana.
Conocer esto nos prepara mejor para comprender determinados hábitos de consumo en el país, pero este problema no es sólo nuestro ya que éste ha influido en todo el mundo, sobre todo en América Latina.
Esta es la invitación que les hago para que se sientan parte, del maravilloso mundo del séptimo arte, espero que este modesto trabajo sirva como punto de partida para realizar estudios posteriores.

La Cultura en Cuba

La cultura cubana es un crisol donde se funden manifestaciones culturales de 3 continentes: Europa, Africa y Asia lo que le ha dado esa dimensión de universalidad de la que goza. De allende la Mar Océano llegaron desde España en sus barcos los conquistadores y como consecuencia de esa gesta -no incruenta- desaparecieron los aborígenes en apenas 40 años, víctimas de enfermedades desconocidas hasta entonces, de malos tratos y del fuego de los arcabuces y el golpe de las espadas. Después llegaron, también en barcos, los esclavos africanos traídos para atender la creciente economía de plantaciones y ya en el siglo XIX llegaron culíes chinos, colonos franceses desde Haití huyendo de las huestes de Toussaint L'Ouverture y mas tarde siguieron llegando españoles de Islas Canarias, Galicia y demás regiones de la Península Ibérica y llegaron también norteamericanos, suecos, japoneses, judíos y de toda esta diversidad surgió la unidad, una cultura propia que se gestó a lo largo de los siglos y que es producto del mayor de los mestizajes. Fernando Ortiz, un eminente sabio cubano, estudió este proceso y le llamó transculturación.
La cultura cubana ha sido pródiga en personalidades en todos los géneros culturales y ha dado al mundo tanto manifestaciones musicales como el son -precursor de la tan popular salsa- y el chachachá como literatos y poetas de la talla de José María Heredia, José Martí, Guillermo Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Dulce María Loynaz, Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Nicolás Guillén o Eliseo Diego, o pintores de fama internacional reconocida como Wilfredo Lam, René Portocarrero o Tomás Valdés, o exponentes de la danza como el Ballet Nacional de Cuba.
La música es con casi toda seguridad la manifestación artística cubana mas difundida en el mundo. Ya desde principios del siglo XX la música cubana se expandio fuera de los limites de la isla y desde entonces han tenido similar exito la mayoria de los ritmos que han surgido, estableciendo pautas incluso a nivel intenacional. De los ritmos populares cubanos los mas difundidos son el son, el danzon, el chachacha, el mambo, la actual salsa, que es una derivacion del son. Ademas, haciendo gala de la universalidad de la cultura cubana, tambien existe un jazz cubano, asi como un hip hop y rap cubanos,con raices en el jazz de Estados Unidos y el reggae de Jamaica y con un altisimo nivel internacional.

lunes, 6 de octubre de 2008

Actualidad deportiva en Cuba.

En la actualidad, el deporte en Cuba marcha a buen ritmo, no solamente desde el punto de vista de resultados en las grandes competencias, sino en la ayuda y cooperación que brinda a los países que así lo soliciten. Contamos con cientos de entrenadores en 3 continentes, y en varias competiciones, los atletas preparados por nuestros técnicos, nos arrebatan medallas que con anterioridad alcanzábamos fácilmente, esto, lejos de amedrentarnos nos enorgullece y nos compromete a estar cada día mejor preparados, a elevar cada vez más nuestros conocimientos y a perfeccionar, en mayor grado, nuestras tácticas y estrategias de competición.
Ejemplos de la buena salud del deporte cubano son las últimas actuaciones en Juegos Panamericanos, Olímpicos y Campeonatos del Mundo. Segundo lugar por países en los Panamericanos desarrollados en Santo Domingo, alcanzando, con 120 integrantes menos que en la edición anterior, 152 medallas, 72 de ellas de oro, 3 más que en los Juegos de Winnipeg, el onceno lugar, nuevamente solo superados por China, como naciones tercermundistas, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, con un total de 27 medallas, 9 de ellas de oro, conquistando la supremacía boxística y reconquistando la del béisbol, además, en el período hemos obtenido las coronas mundiales por equipos en deportes como el béisbol, boxeo, judo femenino y lucha grecorromana, así como excelentes resultados, con medallas individuales y colectivas, en otras disciplinas deportivas como la lucha libre, judo masculino, atletismo, voleibol, clavados, canotaje, ajedrez, ciclismo, levantamiento de pesas, taekwando y pelota vasca.
En resumen , la práctica deportiva cubana, sus logros y resultados, han llevado a nuestro país a convertirse en una verdadera potencia en esta rama, pero además, a ser objeto de admiración en todo el universo, pues muchos entendidos y no entendidos en la materia no comprenden como una isla, de tan solo 11 millones de habitantes, ha logrado tantas hazañas de esta índole; no perciben, que para el pueblo cubano, el deporte no es solo un derecho otorgado por nuestra Revolución, es más que eso, constituye, además, una expresión de su modo de vida.

La década del 90 en el deporte cubano

La década del 90 del pasado siglo constituyó una de las etapas más difíciles por las que ha atravesado nuestra isla, al férreo bloqueo económico estadounidense se unió la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la desaparición del Campo Socialista, nuestro país quedó muy afectado económicamente, pues más del 75 por ciento de nuestro comercio se realizaba con la URSS y demás integrantes del CAME. Comenzó, por tanto, una nueva etapa, a la que oficialmente se le denominó Período Especial, caracterizada por una profunda escasez de recursos, materias primas, productos de toda índole, en fin, de la noche a la mañana, nos habíamos quedados prácticamente solos frente al imperio norteamericano.
Muchos fueron los sectores que se vieron afectados tras esta crisis y el deporte no escapó a la misma, comenzaron a escasear los implementos deportivos (guantes, bates, pelotas, balones, aros, raquetas, colchones, uniformes, mayas, etc), los convenios deportivos que teníamos con estos países desaparecieron, nuestros atletas, que en su período de preparación, realizaban giras y competiciones en el viejo continente, principalmente en las naciones socialistas, vieron afectadas las mismas, trayendo consigo un déficit en cuanto a topes deportivos; hubo que comenzar prácticamente de cero y trazar nuevas estrategias que suplieran estas adversidades.
Otro de los elementos perjudiciales en esta etapa fueron las deserciones de algunos deportistas, alentados por las millonarias sumas de dinero que le ofrecían los magnates del profesionalismo, que veían, de esta manera, una forma de propiciar la debacle del deporte cubano y de la Revolución en sentido general.
A pesar de estos problemas, nuestro estado, representado por el INDER, se dio a la tarea de continuar desarrollando nuestro deporte, no sólo desde el punto de vista competitivo, sino como expresión del modo de vida de todo un pueblo, de la lucha por las ideas que defiende y por tanto, en esta década, se masificó aún más esta actividad, se continuaron perfeccionando los planes de entrenamiento, continuamos llevando la actividad física a los lugares mas recónditos del país, aumentamos el nivel científico de nuestros entrenadores y preparadores deportivos y como colofón de esta estrategia, nos reafirmamos, a lo largo de este período, como la primera potencia deportiva latinoamericana y la segunda a nivel mundial, entre las pertenecientes a los países subdesarrollados.
En estos años alcanzamos, como ya se ha mencionado con anterioridad, el primer lugar por naciones en los Juegos Deportivos Panamericanos de La Habana 1991 y el segundo lugar en los Juegos de Mar del Plata y Winnipeg, sólo aventajados por los Estados Unidos. En Juegos Olímpicos, logramos un destacadísimo quinto lugar en Barcelona 1992, además de la octava y novena posición en los juegos desarrollados en las ciudades de Atlanta y Sydney respectivamente, en estas olimpiadas solo China nos superó como representantes del tercer mundo.
Además obtuvimos innumerables preseas, de todo color, en los campeonatos y copas del mundo efectuadas, en estos años, en diversos deportes, evidenciando, como a pesar de la crisis económica en que se encontraba nuestro país, el deporte continuaba siendo un fiel representante de las conquistas alcanzadas por el pueblo y una expresión, además, del espíritu de victoria del cubano.